Dicen los pobladores de Indanza que hay comentarios
que tiempo atrás desaparecían misteriosamente las personas.
Cierto día, cuando el sol estaba en su esplendor,
Luis Marín, aun siendo joven, caminaba solo y pensativo por un sen
dero
peligroso, de pronto apareció una hermosa y despampanante mujer desnuda. Sus
rubios y largos cabellos le llegaban hasta los talones. Tan fuerte fue el
resplandor de sus cabellos que contrastaban con los reflejos de la luz del sol.
Luis no pudo continuar, se quedó mirándola, estático y asombrado.
En un momento inesperado, la mujer y lo llevó a un
refugio ubicado a 20 metros sobre el Río Indanza. Inútilmente trató de escapar
una y otra vez, pero la mujer le agarró tan fuerte que sus intentos fueron en
vano.
La noche llegaba pronto, hasta que en un momento de
descuido y muy oportuno para Luis, empujó a la mujer con todas sus fuerzas
enviándola al agua correntosa del Río Indanza y pudo escapar con todas sus
energías ante la desesperación.
Al llegar a Indanza contó a su esposa María y a sus
vecinos todo que le había sucedido. Al escuchar la historia le confirmaron que
se trataba de la “Chira”, que en distintas ocasiones había hecho lo mismo con
otras personas. Desde allí la gente de Indanza se reunía en la iglesia del
Sagrado Corazón de Jesús para rezar.
en serio
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